domingo, junio 15, 2008

MI PRIMERA VEZ (EXTRAÍDO DE LA RED)

















































































































































































































































Relato enviado por Juan Martín.

Mi primera Ama la conocí mediante Internet, tras un largo proceso de preguntas y conocernos por fin quedamos la primea vez un domingo de noviembre a las 10 de las mañana.
Ella me recogió en su coche, iba vestida con una camisa celeste, por fuera del pantalón el cual era baquero, y unas botas negras, nos tomamos algo antes en una cafetería como una última preparación de la relación y sobre todo para establecer una palabra en caso de que tuviese que parar y también diría yo para romper el hielo y coger un poco de confianza, evidentemente yo pagué la consumición de ambos, y tras esta breve pero larga charla nos fuimos para su casa, durante el recorrido no dejaba de mirarle sus botas negras.
Llegamos a su casa y entremos en un cuarto, el cual tenía un somier con una tabla de aglomerado que estaba sobre el somier, dos sillas, y un cuarto de baño muy chico. Una vez en el cuarto Ella me dijo:
- “Quítate la ropa y déjala en esa silla de ahí detrás”, yo obedecí.
Mientras me desnudaba Mi Ama, se sentó en la silla para mirarme.
Una vez desnudo (yo estaba algo nervioso y el pene lo tenía erecto y ciertamente hacía algo de frío, pero me gustaba tener esa sensación, fue la primera) me dijo que me acercara y me dijo:
- “Ponte de rodillas y ven detrás mía, cachorrito”
Antes de salir me dijo:
- “Se me olvidaba, ¿ves esos zapatos de ahí? Los negros de tacón, pues esos, quédate cuales son cachorrito, son algo viejos y en vez de tirarlo lo voy a utilizar para tu fantasía además, supongo que su olor te gustará.
Justo al salir del cuarto se volvió y me miró, yo la miré y me pegó un guantazo diciéndome:
- “Querido, cuando yo hable me contestas diciendo SI AMA, ENTENDIDO”
Con la cara roja dije:
- “Si Ama, entendido”
Riéndose proseguimos el camino. Fuimos hacia la cocina, al llegar allí me dijo:
- “Como vamos a estar aquí hasta por la tarde voy a poner en práctica la forma de alimentarte que me contaste, me ha picado la curiosidad y nunca la he practicado; además no se me ha ocurrido, así que arrodíllate al lado de la mesa, cachorrito y espera”
Yo obedecí diciendo:
- “Si Ama”
Mientras que deje de estar a cuatro patas y me arrodille Ella, sacaba de la nevera una fiambrera como media pelota cortada de color verde, y en su interior había algo blanco era ensaladilla rusa, tras esto cogió un vaso y lo llenó de agua del grifo. Tras esto me dijo:
- “Bueno haber que sabes hacer, quítame las botas, y dame un masaje que tengo los pies algo cansados porque ayer fue un día ajetreado y hoy he rematado teniendo que recogerte, vamos que yo tenga que recoger a este perro, y si me haces bien el masaje dejare que beses y que lamas mis pies”
Yo conteste:
- “Si Ama, como usted mande”
Bajé ambas cremalleras de las botas, saqué las botas con cuidado y despacio inicie a darle el masaje en ambos pies, lo cierto que me entraron ganas enormes de besarlos pero tenía que aguantar. No pasaron ni cinco minutos y me dijo:
- “¡Basta!, este masaje no es lo que me esperaba, así que no perdamos más tiempo en esta imitación de masaje y ve a por los zapatos que te dije antes”
Yo dije:
- “Si Ama, como mande”
Fui a por ellos y cuando volví iba a cuatro patas y con los zapatos en la boca, Ella estaba allí mirando sus pies enfundados en unas medias trasparentes haciendo como círculos en el aire con ellos, y me dijo:
- “Muy bien cachorrito, pensabas que vendrías de pie y con los zapatos en la mano, venga vuelve a ponerte de rodillas y aguanta los zapatos”
Así hice. A continuación metió en un zapato una cucharada de ensaladilla rusa y con la misma cuchara expandió la ensaladilla por la parte interior del zapato y en otro zapato vertió el agua, después le puse los zapatos. Al calzar el de la ensaladilla se salió un poco de mayonesa se me quedo mirando y me dijo:
- “Ni que se te ocurra, todavía no”
Cogió una servilleta y lo limpió. Tras esto me encantaba Mi Ama, daba gracias por poder servir a esta Ama.
Nos fuimos al cuarto del principio y me dijo:
- “Túmbate en la tabla de somier y tranquilízate cachorrito, que esto será el inicio de una bonita relación”
Encendió una vela blanca y mientras se derretía la cera cogió una cuerda y me ató los genitales en forma de bolsita, luego separo mis testículos y ya me ato el pene, me dolió algo, luego me puso unas pinzas de oficina en los pezones y en la parte de abajo del pene. Eso si, no me ató al somier, como que a mi me gusta el bondage y a ella también, pero acordamos que al principio no me ataría, porque nunca se sabe que se conoce en Internet y que hay detrás, yo se lo plantee y ella estuvo de acuerdo.
Me hizo volverme y ponerme boca abajo y subir las piernas, para que ella pudiera ver las plantas del pie, al hacerlo me aplasté los testículos contra la tabla y me puse un poco en pompa, Ella me dijo:
- “No, no, cachorrito serás novato , pero empieza a aguantar el dolor, y recuerda si lo que te voy a hacer ahora te duele, di la palabra”
A continuación me puso el pie en el culo me apretó para abajo y me vertió la cera en la planta de ambos pies. Solté un gemido e intente gritar, pero quería que se sintiera satisfecha y me aguante, aunque creo que le molesto, ya que me dijo:
- “ssshhh. Calla, y si no puedes aguantar, di la palabra”
Yo respondí:
- “Si Ama”
Luego de esto me mando que me pusiera boca arriba en el suelo, a los pies del somier. Ella se sentó en el borde del somier y empezó con los zapatos a estrujarme los genitales, me los estiraba para un lado para el otro, me los pisaba, se levanto me dio patadas, eso si flojas, aun estaba verde, en eso momentos si que grite un poco, y me dijo:
- “Venga que estas aguantando muy bien, cachorrito, no lo estropees y pronto te llamaré perro que es mi objetivo, convertirte en un perro de verdad”
Eso me ratificó, y me animó para seguir adelante sin gritos, aunque alguno que otro se escapaba. Tras esto se realizó un trampling suave.
Mas tarde yo empecé a realizar tareas de la casa, barrido, le limpie algún que otro zapato, le ordene la mesa del ordenador y serían las tres de la tarde e inicie a ponerle la mesa para comer, se la puse con espero, mientras hacía esto ella me seguía, y me parecía bien para que me supervisara y la comida pensaba que se asentaría en sus pies lo máximo posible.
Llego la hora de comer, y evidentemente comió Ella primero, tras esto fregué y recogí los platos, y por fin llego la hora, nos fuimos al salón, puso una toalla en el suelo y me dijo:
- “Venga, cachorrito, a comer, que seguro que estas deseándolo, hambriento, y además hoy tienes un menú especial”
Le quité el zapato en el que tenia la ensaladilla, le fui chupando su venerable pie, le quite la media, ya que era de calcetín la chupe y la puse al lado, con una cuchara rebañé todo el zapato y lleve toda la comida a la entrada del zapato empecé a comer la ensaladilla como un perro y lo que no pude rebañar con la lengua Mi Ama me dio permiso para hacerlo como una persona, con la cuchara, y luego vino el agua que bebí directamente del zapato. Tras terminar me dijo:
- “Qué, ¿te ha gustado? Espero que mis pies sepan deliciosos junto a la ensaladilla”
Yo dije:
- “Si Ama, riquísimo, la mejor comida que ha comido, y la verdad el ingrediente mejor de esta ensaladilla han sido sus pies, Ama”
Ella echó a reír, y quitándome la cuerda de los testículos y las pinzas, lo cual sentí un placer extremo en el momento justo que me quito las pinzas me dijo:
- “Bueno veo que por hoy está bien al cosa aunque acabemos antes de lo previsto, pero tienes que limpiarme los zapatos por dentro, para que puedan utilizarse otra vez y cuando termines te vas a dar una ducha, pero me avisas, ¿eh?”
Yo conteste:
- “Si Ama, muchas gracias”
Una vez que terminé, le dije:
- “Ama, ya he terminado”
Me respondió:
- “Muy bien, pues a cuatro patas llevas los zapatos a sus sitio y te espero en el cuarto de baño y lleva las botas, cachorrito”
Solté los zapatos y fui para el cuarto de baño con las botas, al verme aparecer me dijo:
- “Venga cachorrito, suelta las botas al lado del wáter te metes en la bañera, te tumbas y disfruta, eso sí, no te muevas”
Yo le dije:
- “Ama, permiso para hablar”
Ella me contesto:
- “Uhmm, no sé..............venga, di, cachorrito”
Yo conteste:
- “Muchas Gracias Ama, por concederme permiso, le quería decir, usted ha sido muy amable y me ha trasmitido confianza, si quiere atarme aquí en la bañera, como a usted le gusta el bondage y a mi también no me importa que me ate”
Ella contestó sonriendo:
- “Muy bien cachorrito, me parece bien ahora vengo”
Llegó y me ató las manos al grifo y los pies los dos solos, y me dijo:
- “Cachorrito no tires mucho, no te vallas a traer el grifo y te tendré que castigar”
Yo respondí:
- “No se preocupe Ama, pero me gustaría que me castigara aunque no arranque el grifo”
Ella riendo contesto:
- “jajaja, que sumiso eres, me va a gustar enseñarte, cachorrito”
Y diciendo esto abrió el grifo de agua fría y empezó a mojarme, hasta llenar la bañera por la altura por encima de los tobillos de Mi Ama, para que ella se pudiera meter, cosa que hizo. La bañera estaba lo suficientemente llena, y la cuerda era lo bastante larga, para que Mi Ama practicara privación del oxigeno, no me dejaba mucho tiempo bajo el agua ya que era novato, pero fue una experiencia inigualable.
Tras esto salimos de la bañera, sequé los pies de Mi Ama y le calcé sus botas negras que me mandó que se las pusiera, luego me seque yo, me vestí y antes de salir de las casa, para ir a tomar el camino de regreso, me dijo, mi Ama:
- “Toma, te lo has ganado aunque has dejado alguna que otras cosas sin limar, pero bueno, eso se ira limando con el tiempo, cachorrito”
Diciendo esto me dio un collar de perro, acto seguido antes de salir le bese los zapatos en señal de gratitud y le dije:
- “Muchísimas gracias Ama, se lo agradezco”
Ella me contestó riendo:
- “No me las des, lo de hoy ha sido una pequeña entrada que ya verás como aumenta y te arrepientes de darme las gracias.”
Salimos deseando que volviera el domingo siguiente para postrarme ante sus pies.

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