lunes, octubre 02, 2006

UN MOMENTO DESAGRADABLE DE MI VIDA


Como ya indiqué en un anterior comentario, fue mi madre quien primero descubrió mi secreto sobre mis actitudes sumisas... o sobre lo que ella creyera al visualizar aquellas revistas, por lo visto no tan ocultas y guardadas por mí.
La siguiente persona en "cogerme" fue, y de malas maneras, la que ahora es mi ex esposa. Pasó que, ya separados, descubrió en un maletín que yo utilizaba para trabajar hasta que estuvimos juntos, una revista "SUMISA". Estaba en un compartimento especial del maletín cuyo contenido no se veía a simple vista: había que buscar. Pero en aquel tiempo su dolor y rabia por la separación le hizo cometer actos que creo, en circunstancias normales, no hubiera hecho, como el hecho de hurgar en las cosas mías que aun quedaban en su casa.
Pues bien, al descubrirla, entró en Internet para averiguar más de aquella revista y sus contenidos. Debe ser que quedó perpleja, atónita, estupefacta y horripilada, a tenor del email o carta que me envió posteriormente. Creo que aun la tengo en mi poder, pero de forma resumida me dijo que ahora entendía el motivo de nuestra separación (como si "aquellos pensamientos" me hubieran sobrevenido hacía poco). Asimismo se mencionaron hacia mi persona adjetivos cariñosos como depravado, pervertido, indeseable, etc. Pero lo más duro fueros los términos de que Dios se apiadase de mi alma (no porque yo sea especialmente católico, sino por lo fuerte de la expresión), y sobre todo, lo que me dijo en relación con nuestra hija. En concreto que cómo podía yo amar y criar a mi hija con esas aberraciones dentro de mi mente. Fue un verdadero golpe bajo, porque todo lo relacionado con mi hija me afecta. Y aunque sabía que nada tenía que ver mi cariño y responsabilidades para con mi hija con mi gustos sexuales, sí es verdad que me dejó K.O. durante algunos días.
Pero como me vi en el deber de aclararle esos términos, nos vimos un día para indicarle que nada tenía que ver eso con nuestra separación, y que mucho menos afectaba a mi relación con la niña. Fui claro y conciso sin ir más allá, ya que no tenía por qué darle explicaciones ahora que estábamos separados. Bastante hice con aclarárselo, ya que otros hubieran pasado del tema. pero yo tengo mi forma de ser y así lo creí mi deber.
También me chocó su reacción por cuanto yo no la tenía por una puritana del sexo, aunque sí algo conservadora. Quizá yo también lo fuera con ella, porque de sexo no solíamos hablar, y mucho menos de las posibles fantasías de cada uno.
En fin, de cualquier manera, hoy en día este tema no ha influido en ningún momento en nuestra relación de padres separados, y nuestra hija sigue siendo el interés primordial de ambos. Puedo decir que nuestra relación como ex pareja es buena si la comparamos con la generalidad.

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