viernes, agosto 10, 2007

EXTRACTOS DEL LIBRO "ARMARIOS DE CUERO" 2ª ENTREGA





























































NO SÉ SI EN EL PRIMER ARTÍCULO QUE ESCRIBÍ SOBRE EL LIBRO QUE TANTO ME AGRADÓ, APUNTÉ AL HECHO DE QUE LOS PÁRRAFOS QUE AQUÍ EXTRACTO DEL MISMO, SON AQUELLOS QUE O BIEN COMPARTO EN OPINIÓN O BIEN HE TENIDO SENSACIONES PARECIDAS AL DEL PROTAGONISTA. TAMBIÉN EXISTEN ALGUNAS QUE AUNQUE NO PUEDA SENTIR LO MISMO, ME PARECE TAN REVELADORA Y LLENA DE EMOCIÓN Y SINCERIDAD QUE NO ME RESISTÍ A EXPONERLA EN ESTE BLOG.

PERSONALMENTE, ME SIENTO PLÉNAMEMTE IDENTIFICADO CON EL ÚLTIMO PÁRRAFO DE LA EXPERIENCIA DEL PRIMER PERSONAJE DEL LIBRO (SPIRIT). ME SIENTO MUY AFÍN A SUS EXPRESIONES Y SENSACIONES. EN ESE ÚLTIMO PÁRRAFO SE RESUME DE UNA MANERA CLARA MI VIDA DENTRO DEL BDSM.

"Las sesiones con mi Ama (amateur) eran muy distintas a los contactos que había mantenido con las Dominatrices profesionales. El valor intrínseco de aquellas sesiones era la incertidumbre de lo real, en la autenticidad irreductible. Aquellos encuentros eróticos poseían vida propia y no estaban motivados por más interés que el de pasárnoslo bien el uno con el otro. Lo auténtico no se puede pagar con dinero".

"Lo nuestro era algo más erótico-festivo que otra cosa. Ella era consciente de que yo tenía novia y de que no pensaba dejarla; y yo, por mi parte, respetaba que ella tuviese una vida privada de la que no quisiera hacerme partícipe. Así, aparte del cariño moderado que nos profesábamos y la atracción erótica que pudiéramos sentir mutuamente, entre nosotros nunca existió realmente una vinculación emocional demasiado fuerte. Nuestras vidas eran nuestras vidas, y cada uno sabía dónde estaba el otro y aceptaba sus límites, lo cual no impedía que, al margen de nuestra estricta relación BDSM, fuéramos buenos amigos y pudiéramos salir a tomar un café tranquilamente."

" Después de todo, Amas, Amos, sumisas, sumisos o vainillas, somos personas antes que roles, ¿no es cierto?."

" Supongo que te estarás preguntando si mi primero novia y después esposa ha sido alguna vez consciente de mis continuas canitas al aire y de hasta qué punto estoy metido en este mundillo. Como ya te he comentado, nunca le he ocultado que me gustan estos juegos, y ella siempre ha sabido que me relaciono con gente de este mundo y que incluso hago mis pinitos escribiendo algunas cosillas sobre el tema. Hasta la fecha todo eso ha formado parte de mi espacio propio, de ese espacio de intimidad inalienable que todos tenemos -o que, de una forma u otra, todos deberíamos tener-. Por tanto, puedo decir que al menos conoce la superficie y acepta que el BDSM forme parte de ese espacio de mi vida que me reservo. Lo que no sé si sabe es de qué manera y con qué intensidad estoy involucrado en el tema. Puede que no lo quiera ver, o que, de alguna forma lo intuya y se lo calle para no perturbar nuestra convivencia; aunque me inclino a creer que, si realmente sospechara o fuera consciente de las profundas simas en las que me sumerjo, y a pesar de no haber sexo convencional de por medio, no es de las mujeres que miraría hacia otro lado".

" Mis amigos de toda la vida me conocen desde hace tiempo y les consta que me gustan las botas altas, el cuero y todo ese tipo de fetiches y, cómo no, saben qué tipo de mujer me atrae".

" Después de la boda traté de ser un buen chico y sentar la cabeza de una vez por todas. Pero hete aquí que, transcurrido un tiempo, volví a notar que la naturaleza, siempre implacable, me reclamaba otra vez su tributo; y muy pronto me encontré envuelto en la misma rueda".

" Claro que tengo límites en el BDSM, pero, como en la vida, todo es progresión y dentro del SSC (sensato, seguro y consensuado), estos límites han ido variando a lo largo del tiempo. En el fondo esas fronteras no son más que bloqueos mentales que nos imponemos nosotros mismos, barreras culturales que, si nos empeñamos, podemos franquear y derruir por completo".

" Respecto al dolor, siempre he sido bastante masoca. Ahora bien, no vayas a creer que se trata simplemente de que me guste el dolor por el dolor. Me gusta el dolor cuando éste, a su vez, me produce placer, y eso no es tan sencillo como ir al bar de la esquina, provocar al primer borracho que se te cruce y dejar que te ponga la cara como un mapa".

" En relación a mi última Ama, dure poco o mucho, la historia es muy diferente a la que viví con mi anterior Ama, ya que en este caso ambos estamos felizmente casados y tenemos muy presente cuáles son nuestras auténticas prioridades, por lo cual en un futuro es improbable que la implicación afectiva rebase los límites de la relación BDSM".

" Me preguntas si la implicación emocional complica de algún modo las relaciones BDSM. No. No creo que en absoluto suponga un hándicap o un perjuicio. Antes al contrario: el cariño, el afecto y las emociones en general le dan más valor. Quien crea que en una relación BDSM, por el hecho de tratarse de una relación de dominación, debe evitarse cualquier tipo de demostración o participación afectiva, en mi opinión no está captando la auténtica esencia del BDSM. No se trata de pegar o maltratar a tu pareja. El BDSM no tiene nada que ver con los malos tratos. La relación de dominación BDSM se cimienta siempre sobre el consenso. El sumiso desea fervientemente ser azotado y humillado por el Dominante. Ambos disfrutan con ello. Si la relación realmente funciona, la entrega tiene un doble sentido, es una entrega correspondida. Por tanto, los lazos emocionales no pueden más que completar y hacer más profunda dicha entrega. El problema surge, pienso yo, cuando esa implicación afectiva es demasiado fuerte y desborda la propia relación BDSM".

" Lo importante en una sesión BDSM es confiar en uno mismo y en el compañero de juegos que tienes al lado. Después de todo, lo que es evidente es que con un simple "no" del sumiso al instante el mundo del Amo se paraliza".

" Hay que reconocer, por otro lado, que es cierto que cuando el sumiso se entrega al Dominante tiende a mitificarlo, a adorarlo incluso, y puede que, llegado a un determinado punto, sólo exista una delgada línea que marque el límite a partir del cual dicha entrega pasa a convertirse en una obsesión. En cualquier caso, las personas corrientes, las que tenemos una cotidianidad convencional que atender, no nos podemos permitir obsesiones que interfieran en nuestra vida".

" Supongo, que como todo en la vida, lo que más me ha marcado dentro del BDSM es la primera vez. A lo largo de mi trayectoria he tenido la suerte de poder experimentar varias "primeras veces": el día en que gracias al doctor López Ibor descubrí el sadomasoquismo, la primera vez que pude explicarle a alguien abiertamente mis fantasías, el día que me estrené con una profesional, la primera vez que me metí en un chat, la primera relación con un Ama no profesional, el día en que me ofrecí a mi Ama actual... Todas me han aportado algo nuevo y distinto. Eso es lo bonito del BDSM, que es un mundo de primeras veces, y tal vez por eso me gusta tanto. Esa quizá sea la razón que me lleva a considerarme BDSM, a identificarme con un colectivo y con una forma de erotismo. Porque es una isla pequeña e inmensa a la vez, una isla que ha dado siempre cabida a mis fantasías y que cada día me brinda la oportunidad de explorar otras nuevas; porque lo llevo muy dentro y me gusta ser azotado, humillado, vejado,...; porque es mi elección y he luchado por aceptarme a mí mismo y por abrirme paso ante la incomprensión; porque me ha permitido conocer a gente fantástica con la que compartir esa pasión; porque, en definitiva, es mi sexualidad y una parte importante de mi vida. Y no puedo, ni quiero, renunciar a ella".

No hay comentarios: